Seguramente esta entrada sorprenda a mucha gente ya sea por la forma ( escrito en castellano) o por el fondo, de defender este idioma como parte de la realidad catalana. Pero la honestidad requiere decir lo que uno piensa, aún a expensas de poder ser criticado. También de la crítica i la controversia florecen buenas razones.

En muchas ocasiones he mostrado públicamente mi contrariedad con aquellos que pretenden defender Cataluña atacando España porqué nosotros tenemos poderosos argumentos para hacerlo sin tener que acudir a estas prácticas que siempre reflejan falta de argumentos de quien utiliza estas técnicas. También es un error porque entre Cataluña y España existen muchísimos vínculos forjados durante muchos años.

La Cataluña que yo defiendo es una Cataluña integradora y sobre todo realista y una de las evidencias es que aquí tenemos dos idiomas. Es cierto que todavía necesitamos una atención especial con el catalán puesto que en muchos sectores sigue siendo minoritaria, pero esto, ni las andanadas de los unionistas más extremos contra nosotros y lo catalán, son argumentos para dejar que ellos usurpen el castellano como argumento de división. El nacionalismo catalán necesitamos romper tabúes y actuar desacomplejadamente para evitar que ellos hagan bandera con el idioma, que siempre es materia sensible,  y nos dividan.

Como el camino es largo y complejo, debemos ir juntos y no podemos prescindir de un idioma que, para nosotros, también es un patrimonio cultural de primer orden.

No dejemos que ellos se apropien del castellano.